EL LADO MENOS CONOCIDO DE LE CORBUSIER

La exposición destaca la faceta plástica y escultórica del arquitecto
Nunca hasta ahora estas piezas habían sido objeto de una muestra unitaria


MADRID.- El museo Reina Sofía no destaca la faceta arquitectónica de Le Corbusier en esta exposición, sino su lado plástico y escultórico, de una calidad tan alta como la de su arquitectura. El espíritu de las formas anima sus cuadros de la misma forma que su arquitectura.
Le Corbusier (1887-1965), cuyo verdadero nombre era Charles-Edouard Jeanneret, fue un trabajador incansable. Él siempre dijo del trabajo que "no es un castigo, es como respirar", quizás por eso fue capaz de cultivar tantos campos. En sus propias palabras encontramos la explicación de la amplitud verdaderamente gigantesca de su obra.
El Museo Reina Sofía muestra estos días (del 6 de junio al 3 de septiembre) una exposición dedicada al maestro franco suizo. En total, se exhiben 160 obras.
Heidi Weber, galerista suiza que conoció al arquitecto en sus últimos años de vida, se empeñó desde el principio en difundir el lado menos conocido del artista. Y eso es lo que pretende el museo con esta exposición al reunir un conjunto de elementos que nunca hasta ahora habían sido objeto de una muestra unitaria, y que está dividida en tres grandes apartados.
El primer bloque está dedicado a la reedición y comercialización de muebles de Le Corbusier, donde se incluyen varios de sus diseños ya míticos, como por ejemplo la 'Silla con respaldo basculante' o los sillones 'Grand Confort', comercializados en Suiza a partir de 1959. (...)
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