ENTREVISTA: FRANCISCO MANGADO

"EL COMPRADOR DEBERIA EXIGIR MAS CALIDAD A LA VIVIENDA"


Quien a fecha de hoy es uno de los referentes de la arquitectura nacional, Francisco Mangado, reconoce que llegó a esta profesión de casualidad, "cuando acabado el Bachillerato tuve que decidir qué estudiar, entendí que mi aspiración de dedicarme a diseñar barcos era un tanto peregrina". Sin demasiada pasión se presentó a la prueba de acceso en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra. No la superó, pero al cabo de dos años, ya plenamente convencido, lo volvió a intentar. Seis años más tarde consiguió el premio al mejor proyecto de final de carrera y el segundo Premio Nacional de Terminación de Estudios de Arquitectura. Esta anécdota define a la perfección su convencimiento de que el arquitecto se hace y no nace. Para Mangado, esta es una vocación aprendida que suma a la de la docencia, pues no entiende el ejercicio de su profesión sin el compromiso de transmitir sus conocimientos a los arquitectos del futuro. Entre sus obras más significativas destaca el recién inaugurado Palacio de Congresos y Exposiciones de Pamplona, conocido como El Baluarte. Este símbolo de modernidad artística se suma a una trayectoria profesional en la que suceden obras de carácter social, viviendas de protección oficial y edificios públicos.
De trato cordial, enamorado de la palabra y de los conceptos y teorías ligados a su oficio, Mangado no se evade al tratar el vidrioso tema del desmesurado precio de la vivienda. No rehuye la responsabilidad de los arquitectos en el problema y entiende que deberían ofrecer mucho más de lo que se les pide en los pliegos. "Hemos de emitir juicios de valor sobre los proyectos y las condiciones en las que se desarrollan". Además, incide directamente en un tema sobre el que no se habla demasiado pero que deviene fundamental, las carencias de calidad de algunas construcciones: "el comprador se ve obligado a fijarse en condiciones que representan mínimos, como el acabado o la insonoridad de las paredes, cuando eso no es más que una obviedad, un mínimo, y lo que debiera exigir es otras cuestiones como más luz natural, un eficaz aprovechamiento del espacio e incluso mejores vistas". (...)
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